lunes, 29 de noviembre de 2010

El fumar se va a acabar

Sí, se va a acabar en los sitios donde es una autentica molestia, es decir, en todos los lugares cerrados, sean de ocio o no.

¡POR FIN! ¡ALELUYA!

Ya sé que me voy a poner en contra de ese 30% de población fumadora, pero es que ya me tienen un poco hasta los teleféricos.

Durante años he tenido que aguantar fumadores, primero a mi padre, al que años después se le sumó mi hermana, posteriormente compañeros de clase, compañeros de trabajo…

Cuando volvía a casa me olían a tabaco hasta los calzoncillos, de hecho, deje de usar abrigos para no tener que colgarlos en la oficina. Era realmente asqueroso, pero supongo que esto seria realmente asqueroso para los fumadores también, la ropa les olería a ellos igual de mal que a mí, no lo entiendo.

Afortunadamente hace unos años, alguien tuvo la feliz idea de prohibir por ley fumar en los centros de trabajo. Un ministro de sanidad del PP al que nunca le estaré lo suficientemente agradecido. Se acabo al regresar a casa, echar la ropa a lavar de forma inmediata e ingresar en la ducha de forma instantánea. Incluso ahora, los falsos techos de las oficinas están blancos durante años. Eso sí, se ha creado la patética imagen de los grupos de gente fumando a las puertas de los centros de trabajo. Recuerdo las jaulas de cristal que había en el aeropuerto de Barajas para los fumadores, daban ganas de echarles cacahuetes.

Cuando por fin tuvimos una casa para nosotros solitos, la primera norma que se estableció fue la absoluta prohibición de fumar, de forma radical, esto lo hicimos mucho antes de que se estableciera la ley, por lo tanto, la puerta del portal de nuestra casa fue pionera en los grupillos de fumadores pasando frio, no tuvimos piedad con nadie, ni familiares, ni amigos, ni fontaneros… el que sacaba un cigarrillo en casa era amablemente invitado a no fumar o fumar fuera. Incluso en una inspección de mi equipo de radioaficionado por la Guardia Civil (El rey iba a pasar por la puerta de nuestra casa y yo tenía antenas sospechosas en el tejado), pues eso, la autoridad competente sacó, supongo que de forma inconsciente un pitillo, y le dije que registrara lo que quisiera pero que no se le ocurriera encenderlo.

Lo malo después de la prohibición de fumar en los centros de trabajo, era que la ley se había quedado un poco ambigua para los centros de ocio, lo que hizo que yo no fuera muy asiduo de bares y mucho menos si estos son de copas, que llamara a los restaurantes antes de reservar para ver si dejaban fumar o no. Pero afortunadamente esto también ha llegado a su fin.

Señores dueños de bares, restaurantes y demás antros…

Llevo un año escuchándoles despotricar contra esta ley, solo quiero decirles que tranquilos… posiblemente pierdan parte de su clientela, pero yo estoy esperando al día 2 de enero para poder salir a cenar, a tomarme un zumo de piña en un bar de copas (es que yo no bebo) a entrar a tomarme un pincho de tortilla una mañana en cualquier bar… Por lo tanto, simplemente cambiaran su clientela por otra, y punto. Posiblemente salgamos a cenar a más sitios y no solo al Foster Hollywood, por la razón de que ahí no se fuma.

Los fumadores debéis de comprender de que sois muy libres de crearos un cáncer de pulmón cuando queráis, esto no es fácil de decir para mi, ya he perdido amigos por causa del tabaco, pero dejarnos a los demás respirar en paz, ya que no lo habéis hecho por las buenas ahora lo haréis por… ley.

Diego.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo esta vez. Lo agradeceremos todos y nuestra salud también. Ya solo queda que obliguen a los bares a tener unas campanas estractoras potentísimas para no salir oliendo a bar.

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