martes, 26 de abril de 2011

Manda güevos

Por fin lo he logrado, después de décadas de esfuerzos, de caídas, de lucha incansable, de intentarlo una y otra vez ayer lo logré. Y es que aunque no siempre ocurre, el premio a la constancia, a la paciencia y a la persecución de un objetivo al final llegó.

Ayer compré una docena de huevos y no había ninguno roto.

Y es que a pesar de mis esfuerzos verificadores de cajas de huevos, siempre me la colaban, servidor llega a la sección de “güevos” de cualquier gran superficie ya que en unos 20 km a la redonda desconozco la existencia de una tienda en los que me los puedan vender uno a uno, y cojo una de las cajas, caja que la mitad es de cartón y la otra mitad de plástico trasparente. Dicha caja es revisada hasta la saciedad y con la minuciosidad de un auditor de Greenpeace en una central nuclear. La miro por delante y se observa que a la vista por la parte del plástico transparente los huevos no están dañados, después se le da la vuelta y se verifica que el cartón no se encuentra húmedo, lo que sería un síntoma de huevo roto, se mira y se remira de nuevo. Con posterioridad se coloca en el carrito en un lugar exclusivo para evitar que se rompa al meter las latas de cocacolas. Se llega a la caja y se deja para el final para evitar que la cajera la estampe contra la bolsa de patatas para freír de 5 kilos. Se guarda en una bolsa aparte, se guarda en el coche con exquisito cuidado, al llegar a casa se coloca esa bolsa aparte para evitar daños mayores y… y llega el momento de abrir la caja de los “güevos” y colocarlos con sumo cuidado en la nevera, afortunadamente yo ya estoy acostumbrado, pero mi amada esposa siempre se cabrea cuando ve el huevo roto, inexplicablemente siempre hay un huevo roto, da igual todas las verificaciones realizadas previamente.

No soy capaz de saber como lo hacen, desconozco si las cajas de huevos se llenan a mano o a máquina, pero siempre te cuelan el huevo roto, por lo tanto, yo ya tenía asumido que la docena de huevos traía once en el mejor de los casos. ¿Cómo hacen las empresas envasadoras de huevos para esconder el huevo roto? ¿Alguien lo sabe? Me muero de curiosidad.

Pero ayer al fin todos mis desvelos ovíparos tuvieron su premio, llegue a casa con la caja de huevos siguiendo el protocolo de seguridad anteriormente descrito y no daba crédito a lo que vieron mis ojos, todos los huevos estaban en perfecto estado y fueron colocados en el estante de la nevera perfectamente, sin ningún tipo de fisura, rotura, anomalía ni desperfecto. Momento en el que no daba crédito a lo que estaba ocurriendo. ¿Será esto un síntoma del fin de la crisis?

Después de esto casi recupero mi fe en la humanidad, tan magno acontecimiento fue celebrado con dos apetitosos huevos fritos.

No lanzaré las campanas al vuelo, se que la próxima vez volveré a tener el huevo roto en la caja de los “gúevos” en fin… al menos se que una vez lo logré en la vida.

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